Desde 1962 nuestro lema es “Educando en valores”. Aspiramos a colaborar con las familias en la forja de hombres y mujeres con personalidad, criterio propio, responsables y felices. El ambiente escolar se basa en el respeto y la confianza, dentro de un marco de afecto en el que se promueve la aplicación de los valores del evangelio a lo cotidiano.

La confesionalidad del centro se define por su origen, por sus estatutos y por su trayectoria pedagógica. Sin embargo, entendemos que la educación religiosa como tal y la transmisión de la fe son responsabilidades de la familia y que son los padres los que deben proponer a sus hijos la aceptación de sus propias creencias o las alternativas que estimen convenientes. Por esta razón no impartimos la asignatura de “Religión” en un sentido excluyente o proselitista. En su lugar ofrecemos la de “Biblia” como un marco de trabajo común e interconfesional sobre los valores y enseñanzas del evangelio que permite que participen y se sientan cómodos niños de cualquier denominación.

Somos conscientes que finalmente la asunción de valores es una opción personal, pero en la edificación de la propia persona, nuestros hijos suelen emplear los materiales que tienen a su alrededor. Por ello nos proponemos aprovechar cada instante para llenar su corazón de buenos recuerdos, su mente de ideas positivas y sus mochilas con hábitos y herramientas.